
Caserío de Masca
Las casitas del Caserío de Masca se alinean sobre las crestas de las montañas. Ocupan prácticamente cada porción del espacio habitable, encaramadas al filo del abismo que dibujan los barrancos más hondos de la isla. El Mirador de Cherfe (en la carretera que llega desde Santiago del Teide) regala una estupenda panorámica del conjunto habitado.
Ser un sitio pequeño no le impide coleccionar tesoros valiosos como la casa de los Avinculados, en el Caserío de Piedra, o una minúscula iglesia del siglo XVIII. Hasta cuenta con un museo y un centro de artesanía, que han sido montados en el interior de una de las casas del núcleo.
El caserío es uno de los mayores encantos del Parque Rural de Teno, al condensar los elementos que hacen inconfundible a la arquitectura tradicional de Canarias: uso de mampostería y madera, sencillez conceptual y plena adaptación al entorno.